Canto 2
Pequeña virgen,
niña de 13 años,
tu amante entró por la ventana y agitó sus alas,
y de este modo levantó tu cabello reposado.
Tan pronto y lo has despertado;
él vino como si todo ya hubiese sido dicho
antaño.
Tan pronto
y cargarás
con el perdón del mundo en tu barriga.
¿Cómo lo soportarán tus piernecitas?
Tu felicidad
dará luz tu fruto venenoso. Pero
todo sea por mí,
y por mí,
y por mí,
y por mí.
Tu temor inicial se convirtió en calma
cuando aceptaste ceder a todos sus caprichos.
Y el placer se guardó en una celda
a la que acudes todas las noches
desde que él
te abandonó.
Desde que leí tu historia en el diario,
no puedo dejar
de pensar en ti.
Comentarios
Publicar un comentario