Expresión coral por Monsieur Gainsbourg



Por algún motivo, algunos ídolos se convierten en héroes. Los que no, en esculturas que los recuerdan, si es que no caen simplemente en el olvido. En el campo de la música, el fenómeno suele coincidir con una vida consecuente con la lírica y el mensaje de las obras del autor y con una vida torturada que generaciones posteriores rescatan y magnifican.

Sin duda Serge Gainsbourg es un héroe para muchos. Un personaje controvertido que puso de cabeza desde a abuelitas preocupadas por sus nietas hasta a veteranos de guerra franceses heridos en el orgullo patrio, que empezó su carrera a finales de los años cincuenta y que reformuló la idea de la chanson, en cuyas composiciones aborda y cuestiona temas tan difíciles como el incesto, la nación o el nazismo. Sin olvidar, que fue quien internacionalizó el tópico del erotismo francés con sus temas “je t’aime moi non plus” o “la décadanse”. Un personaje tan feo como atractivo, que tuvo entre sus conquistas a Brigitte Bardot, a quien la aventura casi le cuesta el matrimonio, y a la inefable Jane Birkin, con quien tuvo a Charlotte. Aunque no fueron las únicas: hace poco apareció la “ultima amante de Gainsbourg”, una mujer que cuenta en un libro su aventura con el músico, compositor y director de cine cuando ella tenia 16 años y él estaba a pocos de la tumba.

Y, como todo héroe, tiene sus rituales. Uno de ellos es la peregrinación que sus fans hacen al portal de su casa. A lo largo de los años, desde el 2 de marzo de 1991, día en que fue encontrado muerto de un paro cardíaco, los muros exteriores del domicilio de Serge Gainsbourg han ido llenándose de muestras de aprecio de sus admiradores, en forma de mensajes textuales o graffitisque declaran agradecimiento y dolor. Amor sagrado, para Gainsbourg/Gainsbarre. Isaure, nacida 17 años tarde para conocerte, pero no para amarte. En vano fueron los esfuerzos de los vecinos de la acomodada zona parisina de Saint-Germain de pintar cada cierto tiempo las paredes del inmueble de un color uniforme con las demás casas del barrio. En poco, dichas paredes volvían llenarse de manifestaciones de cariño. Ahora no lo hacen. Ahora los mensajes y grafittis se posan uno sobre otro en un palimpsesto imparable y en constante cambio. Hace poco, en 2009, las paredes volvieron a limpiarse para la filmación de la película titulada Gainsbourg, vie heroïque, presentada en las salas francesas en enero de 2010. De ella queda como testimonio un par de dibujos que el diseñador y director del film, Joann Sfar, hiciese para el rodaje de algunas de las escenas en el portal de la casa. Pequeñas, en el rincón más alto de la pared, rodeada de los demás graffitis, parecen desaparecer para transformarse en la expresión coral de amor que día tras día anónimos declaran a Monsieur Gainsbourg. Lugar: 5, Rue de Verneuil, París. Metro: Saint-Germain-des-Prés.



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